martes, 12 de febrero de 2008

Anteojos y rock

Últimamente ando de médico en médico, haciéndome el infrecuente chequeo anual que todos deberíamos hacernos, pero yo nunca me hago. Hoy me tocó oftalmología. Para mi sorpresa, la doctora indicó que no debo hacerme anteojos nuevos, que los que tengo estan bien, aunque me parece que pediré una segunda opinión. Justamente acudí a ella pues considero que estoy perdiendo la vista y en algunos meses debo renovar el registro de conductor. Hace cinco años fue ésta una situación embarazosa, pues no acerté ninguna letra que me ponían delante. Se me asemejaban números, de lo poco que veía (aún con los mismos anteojos que uso habitualmente!). Realmente un problema a venir...

Hablando de anteojos, estuve escuchando un concierto en vivo en el que el gran miope Elvis Costello fue secundado por la orquesta del legendario de New Orleáns, Allen Toussiant. Autor éste de éxitos de todos los tiempos como Fortune Teller o Southern nights por citar algunos, tanto en voz propia como colaborador de otros artistas (Manhattan Transfer, Sam and Dave, Johnny Winter, etc...), sus arreglos de vientos son destacados por los oyentes y los críticos por igual.

En este concierto, realizado a mediados del año pasado en Lucerna, Suiza, presentaron temas del disco que en conjunto editaron para juntar fondos para la reconstrucción de la ciudad de New Orleáns, luego de las inundaciones ocurridas recientemente. La banda de Toussiant se encargó la mayor parte del tiempo de arropar los temas de Costello de manera magnífica, resaltando los bronces, sin por ello restar vitalidad a las gemas del ayer. Esos clásicos de los primeros discos del poeta post punk junto a The Attractions, suenan con fuerza y un costado nuevo, mas jazzero, mas lleno.

Recuerdo que a Costello lo conocí a fines de la década del 80, cuando pergeñó temas con Paul Mc Cartney para el álbum Flowers in the Dirt del ex beatle. Esa es una forma de conocer mas música: ver cuales son las influencias de los artistas que te gustan y seguirles el rastro a sus colaboradores también. En esa época Costello había recién editado Spike, un álbum extraordinario que me compré y atesoro en cd como si fuera una reliquia, ya que si no fue el primero, será el segundo compacto que adquirí. A partir de entonces, cada disco del otro Elvis me llenó de gozo hasta hoy. Por todo lo que significa, y porque artisticamente es muy bueno, es que recomiendo escuchar el disco editado junto a Allen Toussiant: The river in reverse. Es un grato combo de rock, pop y jazz de bandas, cruzado por una causa loable. Si lo pueden adquirir, háganlo, que no se arrepentirán.

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